Es muy frecuente escuchar a los directivos, quejarse acerca que sus mejores colaboradores se van. Salen por la puerta y se cambian a otro empleo.
Es algo de lo que todo gerente debe preocuparse. Normalmente tienden a culpar sus problemas de rotación de personal a cualquier temática excepto al elefante en la recámara: la gente no deja el trabajo; dejan a los jefes.
Lo triste es que esto puede evitarse fácilmente.
Todo lo que se requiere es una nueva perspectiva y un esfuerzo adicional por parte del directivo.
Las organizaciones saben lo importante que es tener empleados motivados y comprometidos, pero la mayoría no responsabiliza a los directores por hacerlo realidad.
Cuando no lo hacen, el negocio sufre.
Los mejores líderes invierten el tiempo y la energía para entrar en la cabeza de las personas que lideran. No solo siguen la regla de oro y tratan a las personas de la forma en que desean ser tratados personalmente.
Trabajan duro para comprender las experiencias formativas y las motivaciones de las personas que dirigen, y tratan de ver el mundo a través de los lentes de los demás.
La inteligencia emocional se ha convertido en una habilidad laboral importante, incluso superando la capacidad técnica, este tema ha ido creciendo en los últimos años, forma parte de un set de destrezas conocidas como “habilidades blandas” y son aquellos atributos que permiten a un líder, actuar de manera efectiva, son competencias conductuales, cuyo objetivo es saber escuchar, dialogar, comunicarse, liderar, estimular, delegar, analizar, juzgar, negociar y más.
La inteligencia emocional en la empresa es la capacidad para identificar, entender y manejar las emociones correctamente, de un modo que facilite las relaciones con los demás, la consecución de metas y objetivos, el manejo del estrés o la superación de obstáculos.
La inteligencia emocional es el “algo” en cada uno de nosotros que es intangible. Afecta la forma en que gestionamos el comportamiento, navegamos por las complejidades sociales y tomamos decisiones personales que logran resultados positivos.
Todos tenemos un fuerte deseo de ser escuchados y comprendidos.
- La capacidad de escuchar y responder eficazmente a los demás es crucial para desarrollar buenas relaciones de trabajo.
- La mayoría de la gente está demasiado ocupada pensando cómo responderán para poder escuchar activamente lo que otros dicen.
- Debido a su mayor capacidad para comprender a los demás, las personas altamente inteligentes emocionalmente están en una mejor posición para dejar de lado sus propias emociones y deseos para responder y concentrarse en escuchar lo que otros dicen.
- Su habilidad para captar otras emociones les permite aprender el tono de voz y el lenguaje corporal, que son indicadores fuertes de lo que está sucediendo con el hablante.
Capacidades importantes
- La capacidad para no ponerse nervioso cuando las cosas no salen según lo planeado.
- El don de llevarse bien con los demás ayuda a los colegas a observar.
- Querer emular a las personas que tienen un alto nivel de inteligencia emocional.
Son personas que tienen un alto nivel de influencia en una organización
Incluso si no tienen títulos o designaciones oficiales. Su ejemplo de superar los problemas y las irritaciones cotidianas les gana el respeto de aquellos que están por encima de ellos y de sus colegas.
La inteligencia emocional aprovecha un elemento fundamental del comportamiento humano que es distinto de su intelecto. No existe una conexión conocida entre IQ (coeficiente intelectual) e inteligencia emocional; simplemente no se puede predecir la inteligencia emocional en función de lo inteligente que una persona es.
La inteligencia es su capacidad de aprender, y es lo mismo a los 15 años como a los 60 años.
La inteligencia emocional, por otro lado, es un conjunto flexible de habilidades que se pueden adquirir y mejorar con la práctica.
Aunque algunas personas son naturalmente más inteligentes emocionalmente que otras, puedes desarrollar una inteligencia emocional alta incluso si no naciste con ella.
Tu inteligencia emocional es el fundamento de muchas habilidades críticas, que impactan todo lo que haces y dices a diario.
¿Qué puedes hacer para aumentar estas habilidades?
- Mejora tu auto-conciencia, es decir tu capacidad de comprender e interpretar tus propios estados de ánimo, emociones e impulsos internos, y cómo estos afectan a otras personas.
- Tener un fuerte sentido de autoconciencia, es de personas seguras de sí mismas y con una evaluación realista de sí mismas, sus pensamientos y sus comportamientos.