Todos los días interactuamos con las marcas y ellas forman parte de nuestro estilo de vida, nuestras decisiones de compra e incluso también de nuestras emociones. Eso no lo podemos negar.
La gestión de marca o “branding” es uno de los aspectos más importantes del marketing.
La marca es la forma en que influimos en el comprador. Es cómo destacamos. Es la forma en que damos forma a la industria, creamos lealtad e incluso cambiamos las percepciones.
A pesar de que la gestión de marca es posiblemente el componente más poderoso del marketing, a menudo dejamos su creación y gestión en un lugar mucho más bajo de la lista de prioridades.
Nos apresuramos a centrarnos en la publicidad y somos lentos a la hora de decidir si nuestra marca es realmente la razón de la falta de tracción o crecimiento.
¿Qué es la gestión de marca?
La gestión de marca o “branding” es uno de esos términos que suelen llevar consigo muchas definiciones.
Algunas personas atribuyen el branding a:
- Un logotipo,
- para otras es una identidad y
- para algunas es un producto
Pero, ¿qué realmente es el branding?
- Una marca es una experiencia emocional.
- Es la percepción de una persona sobre tu producto servicio o empresa.
- El branding consiste en incrustar lo que te hace único en la mente de los demás.
- Cuando un cliente fiel recuerda tu marca, está ligado a un sentimiento en su mente.
- Hay una asociación y es tu responsabilidad no solo crear esa asociación, sino también gestionarla.
Todo lo que olemos, vemos, tocamos, escuchamos y hacemos se asocia a un recuerdo en nuestra mente.
El branding consiste en asegurarse de que cuando un cliente vea su logotipo, entre en su tienda o reciba un anuncio, esa conexión en su cerebro se alinee con lo que le hace único.
Es realmente importante que sea alineado con las asociaciones que crean un sentido de quién eres, qué vendes y por qué lo quieren.
Una marca es un sentimiento.
Y el objetivo del branding es dictar exactamente cuál debe ser ese sentimiento y crear en la mente de su cliente ideal la creencia de que no hay ningún otro producto en el mercado como el suyo.
En el branding, trabajamos para decidir cuál debe ser esa sensación y esa percepción. Y asegurarnos de no hacer nada que interrumpa o cambie esa percepción.
Si construyes una marca potente, habrás creado una poderosa plataforma de marketing. Y una buena marca, hace que el proceso de venta sea mucho más fácil.